La respuesta mas honesta es: depende. El proceso de terapia no sigue un protocolo definido con un número de sesiones concretas. Depende de la problemática que se expone, de si es algo reciente o un problema que lleva presente desde hace años, del estado de afectación de la persona en el momento de iniciar la terapia, de las habilidades previas que cada uno aprendemos en nuestra historia…

Lo que si puedo decirte es que como profesional, mi compromiso es adaptar mi trabajo a los recursos y circunstancias de cada persona. Si decides iniciar el proceso de terapia, hablaremos sobre con qué frecuencia entre sesiones te puedes comprometer, y en función de si esa frecuencia es semanal, quincenal, mensual… planificaré las herramientas de trabajo para que podamos aprovechar al máximo nuestras sesiones.

Para aquellas personas que busquen desde el principio realizar un trabajo muy focalizado, sin invertir mucho tiempo o dinero en la terapia y sin necesidad de profundizar en su historia, existe la posibilidad de realizar un proceso de terapia focalizada breve, que consiste en una primera sesión de evaluación y cinco sesiones de intervención muy estructuradas, y dirigidas a aprender un conjunto de habilidades prácticas que te ayuden a afrontar las dificultades que estás teniendo.